Reseña - Besar a Un ángel (Susan Elizabeth Phillips)

Después de mis horribles fastidiosos problemas técnicos, espero que ya funcione bien el feed y no me siga dando problemas :S :S… Supuestamente, esta entrada ya estaba publicada :S… Pues me tocó borrarla y aquí se las dejo de nuevo J

Nombre en inglés: Kiss an angel

Fecha de publicación: Editorial Avon, Febrero de 1996 (en inglés)

Publicación en español: (Besar a un ángel) Ediciones B, Junio de 2010

Sinopsis: La hermosa y caprichosa Daisy Devreaux puede ir a la cárcel o casarse con el misterioso hombre que le ha elegido su padre. Los matrimonios concertados no suceden en el mundo moderno, así que... ¿cómo se ha metido Daisy en este lío?
Alex Markov, tan serio como guapo, no tiene la menor intención de hacer el papel de prometido amante de una consentida cabeza de chorlito con cierta debilidad por el champán. Aparta a Daisy de su vida llena de comodidades, la lleva de viaje con un ruinoso circo y se propone domarla.

Pero este hombre sin alma ha encontrado la horma de su zapato en una mujer que es todo corazón. No pasará demasiado tiempo hasta que la pasión le haga remontar el vuelo sin red de seguridad... arriesgándolo todo en busca de un amor que durará para siempre.

Yo le doy… 

Debo advertir que el contenido sexual no es demasiado alto, aunque sí hay algo, pero en sí las escenas de sexo sexo sexo explícito son solo un par, lo demás es coqueteo y situaciones implícitas, así que le doy:

Daisy es maleducada, atrevida e irresponsable según su padre (además de hermosa y caprichosa :S). Pero él no ha estado demasiado presente en la vida de su hija, así que digamos que su opinión no es del todo válida. Daisy es hija ilegítima, nació de un desliz una relación fugaz que cometió Max (su padre) con una modelo (Lani, su madre) cuando era más estúpido joven; así que ella siempre ha vivido sin una imagen paterna, y con una madre que quería seguir siendo un sex simbol aún con el paso del tiempo (ya saben, de esas MILF a las que ningún jovenzuelo se resiste :S). Daisy se volcó a la juerga cuando su madre murió (no la extrañen, que Lani no era lo que podría llamarse una “madre modelo”), y cuando menos se dio cuenta, su pequeña fortuna heredada había sido dilapidada y los acreedores la tenían del cuello y a punto de mandarla a la cárcel.

Es ahí, cuando su padre, muy inteligentemente (para él, porque para mí es horrible), decidió controlar a Daisy y obligarla a casarse con Alex. Y es cuando “él” aparece. Alex es un hombre raro diferente, demasiado serio, demasiado misterioso, demasiado guapo y un total desconocido para Daisy. Pero en el momento menos pensado, este desconocido se convierte en su esposo, y Daisy tiene que empezar a conocerlo, a confiar con él, a vivir con él… Y lo que más la asusta, a dormir con él.

Debo admitir que tenía cierta reticencia cuando leí la sinopsis, porque pensé que sería un libro demasiado banal, común y con otra tonta niña rica. Pero mi lado obsesionado fanático de Susan se sobrepuso a mi lado casi racional, y fue así, que cuando menos lo pensé, ya tenía el libro en mi pequeño estante J 

Daisy difiere un poco a como la pintan (como suele suceder muchas veces, en especial con las protas de SEP). Sí, es guapa y mimada, pero su cabeza no está taaan llena de espuma como Alex cree. Es una mujer muy sensible, bastante culta, y muy arraigada a sus ideales románticos y a su sueño de tener una vida convencional. Daisy cree en la santidad del matricidio matrimonio, en los votos matrimoniales y es tan optimista que me da un poco de envidia; tiene una casi fobia con los animales, la asustan a morir (y la pobre no sabe lo que le espera :S)… Y aunque en un principio trata de huir del matrimonio concertado, su conciencia la lleva constantemente a tratar de cumplir su promesa al casarse y hacer que el matrimonio sí funcione (y lo va a tener bastante difícil con Alex :S)

-¿Pasa algo?

-Dime que eso no es lo que creo que es.

El dedo de la joven temblaba cuando señaló hacia el objeto que se movía al otro lado del polvoriento parabrisas.

-Es difícil confundir a un elefante con otra cosa. 

Alex no es nada parecido a Daisy. Es un hombre oscuro, con un aspecto salvaje, cínico. No cree en el amor bajo ninguna circunstancia (y esto se remonta a su niñez, que fue dura y difícil, y a una pequeña desilusión amorosa, como no) y acepta el matrimonio porque le debía un favor al padre de Daisy. Cree que ella es una cabeza hueca que si le gritas al oído, solo se escuchará un eco. Así que, dudándolo, se casa con ella, y la arrastra desde La Gran Manzana a algún lugar alejado de todo, en medio de la nada, en donde no hay ni siquiera un Wal-Mart, y donde los preciosos zapatos de Daisy se cubren de lodo. ¿El destino? Un circo de barro. Sip, Alex es un artista de circo con gran talento y un amor a este oficio taaan ¿diferente? inusual.

-Sé que no le gusto, señor Markov, pero por favor dígame que no trabaja aquí.

-Soy el gerente.

-Gerente de un circo –repitió ella débilmente.

-Exacto. 

Con una historia que no promete mucho, pero que se convierte en un verdadero bombazo, Susan se ha apuntado otro tanto a su favor. A través de las páginas conoces más a los personajes, llegas al fondo del por qué la forma de actuar de Alex (y deja de caerte tan mal) y admiras la valentía que poco a poco va adquiriendo Daisy, y cómo, la chica consentida en verdad es una gran mujer, que te atrapa y te hace admirarla de principio a fin.

La relación entre ellos es difícil, y todo principalmente es por culpa de Alex. Pero aún así disfrutas viéndolo caer ante Daisy, te empieza a gustar su sonrisa, su actuación en el circo, y le perdonas todas las estupideces que hace y dice solo porque sabes que su pasado no es fácil. Los diálogos son simples y divertidos, las escenas del circo son bastante atrayentes (aunque debo admitir que no me gustan los circos con animales en cautiverio, y éste es uno de esos), el eje central, la relación de estos dos, está bien lograda, con escenas de tensión sexual, peleas, puyas, confesiones… Todo lo que esperas de una relación amorosa. Además está la relación que desarrolla Daisy con los animales del circo (un elefante y un tigre), que es un tanto extraña (en especial con Sinjun, el tigre) pero bastante entretenida J. No es un dramón de pe a pa, así que si quieres relajarte, reírte, divertirte un poco, este libro es una idea genial.

El sonido fue tan ensordecedor que todo el mundo lo escuchó. Alex giró la cabeza con rapidez. Heather dejó de hacer el pino y los payasos soltaron lo que tenían entre manos. Max se detuvo en seco, impidiendo que Daisy viera lo que pasaba. La joven oyó el grito ahogado que éste emitió y se puso a su lado ´para ver qué causaba la conmoción. Se le detuvo el corazón.

Sinjun se había escapado de la jaula.

Y como libro de SEP que se respete, las historias secundarias están a pedir de boca. Heather, Sheba y Brady son secundarios que se llevan un pequeño protagonismo por encima de los demás; te va a enganchar Heather, la jovencita que solo busca la admiración de su padre (Brady), Sheba, la ex trapecista que tiene un profundo odio por Alex (y lo descubrirás en las páginas J), y su extraña relación con Brady, un playboy madurito y cabezota que va a aprender muuucho sobre su relación con su hija.

¿Por qué si es un libro tan bueno no le doy un cinco? Porque sencillamente antes de este, han pasado por mis manos 8 libros de Susan, y en cuanto a la idea general, la historia a grandes rasgos, no me sorprendió. A gran escala, es como cualquier otro libro de SEP (la misma inflexión, en el mismo punto de la historia), así que eso le ha quitado un puntazo enorme en cuanto a escritura. Aunque, esta mujer hace unos epílogos de muerte, que siempre te dejan sonriendo J. Además creo que la autora deja un poco de lado el pasado de Daisy, y ella también sufrió bastante en su vida, y debería tenerse más presente.

No es demasiado notorio que fue un libro escrito hace catorce años (de pronto en el tema del circo de animales cautivos, que ya no sé da tanto), y de verdad se convierte en un cuento de hadas un poco diferente que te levanta pasiones, te causa sensaciones, y como a mí, puede que te haga soltar alguna que otra lagrimilla.

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